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La publicidad sobre pesticidas también puede ser divertida

La publicidad sobre pesticidas también puede ser divertida

El caso que me ha llevado a esa conclusión es el de la marca Orkin, que ha colocado publicidad exterior que atrae y pega a los insectos. Buena manera de mostrar, además, la cantidad de bichos que hay en el ambiente aunque no nos percatemos.

Y hablando de nuevos medios...

Y hablando de nuevos medios...

Mini ha aprovechado una estación cerrada del metro de Barcelona para colocar publicidad. Los pasajeros, además de sorprenderse al ver la estación ahora iluminada, seguramente recordarán la marca al ser una situación tan fuera de lo común. O eso creo yo...

Explorando nuevos medios

Eso es lo que ha hecho Vodafone en su última campaña publicitaria.  Junto a OMD, su agencia de medios, y Tapsa, su agencia de publicidad, la marca Vodafone se ha introducido en "lugares" inimaginables.En un medio como el cine, donde hasta ahora existían dos bobinas, la de la publicidad y la de los trailers más la película, Vodafone aparece justo después de los trailers y antes de la película. En la radio, por otro lado, ha sustituido las señales horarias de las emisoras líderes por los latidos del corazón del spot. En algunos canales de televisión aparece una persona famosa imitando los latidos del corazón, pero esto me parece más "cotidiano", por así decirlo.

El hecho es que podemos explorar nuevos medios de comunicar casi hasta el infinito, y eso es algo que ya están haciendo numerosos anunciantes y agencias. Cada vez va a ser más difícil encontrar algo nuevo... pero parece que esto no tiene fin.

Chicles para los 5 sentidos

Y así se llamará esta marca: "5". Su reto: propocionar experiencias que van más allá de marcar un chicle (como sentir frío, calor...).

Tres sabores serán los causantes de esa ola de sensaciones: Lluvia (menta que templa), Cobalto (hierbabuena que refresca) y Llamarada (canela que calienta).

Wrigley es la compañía que tiene previsto lanzar esta marca en el mercado estadounidense, la misma compañía que en su día creó la marca Orbit, y los pre-test de producto han revelado buenos augurios. ¿Triunfará esa intromisión sensorial?

Simple y Bueno

Simple y Bueno

MUJI: la marca de la no-marca

MUJI: la marca de la no-marca

Es curioso cómo la compañía japonesa Muji lleva 25 años marcando tendencia con productos ausentes de marca. Y le va tan bien, que ya se ha expandido por China, Europa y EE.UU. Ahora acaba de abrir una tienda en España (en la Rambla de Catalunya, Barcelona).

Su filosofía es clara: ofrece productos valiosos por lo que son en sí mismos, no por su marca o por su diseñador. Son valiosos por su funcionalidad, diseño, calidad y coste. Es el Zara japonés... Y en las tiendas Muji se puede encontar desde ropa y comida hasta complementos o mobiliario para el hogar. ¡En Japón existen hasta casas prefabricadas Muji!

Es curioso el origen de la palabra Muji: es apócope de "mujirushi ryohin, que significa "no etiqueta, producto de calidad". Además, la producción de los productos Muji tiene como máximas el respeto al medio ambiente, la reducción de embalajes y el abaratamiento de costes de manera sostenible. Una filosofía que recuerda bastante al "fenómeno Ikea", ¿no?

Pero, a pesar de lo buenísima idea que me parece Muji, no puedo cerrar este post sin comentar la eterna paradoja: ¿cómo una marca que promueve la no-marca evita crear marca sobre sí misma? De ninguna manera. Es imposible.

 

Esta vez, que hablen los sabios

Reproduzco parte de un artículo de Toni Segarra publicado en el blog de Anuncios.

"(...) Para empezar el año he pensado refrescar un manifiesto que viene muy a cuento para empezar el año.
La versión original es del 64 (yo tenía dos añitos). Esta que os adjunto del 2000. La actualidad del texto es escalofriante.
No sé cuál es la razón por la que los diseñadores tienden a reflexionar sobre su trabajo, y a dejarlo por escrito, y nosotros no. Sin duda es algo que nos empobrece. (...)
Traducción:
Los abajo firmantes somos diseñadores gráficos, directores de arte y comunicadores visuales que hemos crecido en un mundo en el que las técnicas y aparatos de la publicidad nos han sido presentados persistentemente como la forma más lucrativa, eficaz y rentable de usar nuestro talento. Muchos de nuestros profesores de diseño y mentores promueven esta creencia, el mercado la recompensa y una marea de libros y publicaciones la refuerza.

Animados en esa dirección, los diseñadores han aplicado su sabiduría e imaginación a vender galletas para perro, café, diamantes, detergentes, gomina, cigarrillos, tarjetas de crédito, zapatillas, cerveza light y duros todo terreno. Este trabajo comercial siempre ha pagado las facturas, pero muchos diseñadores gráficos han dejado que éste sea sinónimo de lo que hacen. Es así como el mundo percibe el diseño: el tiempo y esfuerzo profesional dedicado a crear demanda de cosas que no son esencialmente mejores.
Muchos de nosotros nos sentimos cada vez menos de acuerdo con esta forma de ver el diseño. Los diseñadores que trabajan principalmente para la publicidad, el marketing y el desarrollo de marcas están provocando e implícitamente respaldando un medio ambiente tan saturado de mensajes comerciales que está cambiando la forma misma en que los ciudadanos-consumidores hablan, piensan, sienten, responden e interactúan. Hasta cierto punto todos estamos ayudando a dibujar un discurso público inmensamente perjudicial.Existen objetivos mucho más dignos de nuestra habilidad para resolver problemas. Hay crisis medioambientales, sociales y culturales que demandan nuestra atención. Muchas iniciativas culturales, campañas de marketing social, libros, revistas, exposiciones, herramientas educativas, programas de televisión, películas, causas sin ánimo de lucro y otros proyectos de información y diseño requieren de nuestra experiencia y ayuda.Proponemos una alteración de prioridades a favor de formas de comunicación más útiles, duraderas y democráticas, un cambio mental desde el marketing de productos hacia la exploración y producción de un nuevo tipo de significados. El margen para el debate está estrechándose y debemos expandirlo. El consumismo se está extendiendo sin contestación y debe ser desafiado por otras perspectivas que se expresen, en parte, a través de los lenguajes y recursos del diseño.

En 1964, 22 comunicadores visuales firmaron este documento para que nuestros conocimientos se dedicasen a usos más dignos. Con el explosivo crecimiento de la cultura comercial, su mensaje se ha vuelto más urgente. Hoy renovamos este manifiesto a la espera de que no pasen más décadas antes de que sea tomado en cuenta seriamente."

 

Éxito rotundo para el "Be water"

Vamos (voy) a aprender un poquito de los grandes.

El "Be water" de BMW ha resultado ser un spot convencional que acierta de pleno en el mensaje y en la esencia de lo que transmite. Además, sin pretenderlo en un principio (o eso creo), ha conseguido una altísima viralidad, que es "el mecanismo de moda" y muchas marcas incluso "fuerzan" su publicidad para conseguirla. Ya me entendéis.
Y, lo que es más importante y siempre defiendo: ha conseguido se eficaz y obtener resultados.
Según los datos de una fuente más que fiable:
- Las expectativas en cuanto a resultados se han superado en un 60%.
- El 75% de los encuestados relacionan el spot con la marca BMW.
- La notoriedad de marca conseguida hace que BMW lidere en este momento su segmento de competencia.
Esto es buena publicidad.

A lookearse por dentro

A lookearse por dentro

Me alegro de que alguien diga esto. Y, sobre todo, que lo diga así de bien.

Es la agencia Brother, en una campaña institucional.

Buena fotografía

Buena fotografía

De estudio, pero muy buena. (Comparto con vosotros lo que encuentro por ahí).

La obsesión por innovar

La obsesión por innovar

Leí hace poco en un blog que las oficinas de un banco de EE.UU. habían sido reformadas para ofrecer un ambiente más acogedor e íntimo a los clientes. Se trataba de crear un lugar más diáfano y transparente, lo cual me pareció muy buena idea.

Sin embargo, cuando vi el enlace y observé las fotografías, quedé altamente decepcionada: el diseño parecía el de un nuevo restaurante de diseño. En ese banco, las ventanillas no existen. En su lugar se ha implantado un salón con cafetería, y las áreas para cada tipo de servicio son espacios abiertos que cuentan con un mostrador que recuerda a la recepción de un hotel.

Soy siempre partidaria de innovar y buscar nuevs fórmulas, pero nunca hay que perder el norte. En este caso creo que se ha perdido un poco. No obstante, en los primeros 7 meses la primera oficina había triplicado el volumen de negocio. Esta vez, no tendré razón ;-)